Gracias ...
Gracias…
Por qué desde que llegaste a nuestras vidas has cambiado mi esencia, has puesto mi mundo entero de cabeza, transformando mi forma de ver la vida, de cuestionarme.
Decidiste que la luna nueva fuera tu compañera para iniciar tu viaje camino a casa, para iniciar contracciones que se sentían como campanadas que anuncian tu llegada, cada vez más fuertes y presentes. En la intimidad de nuestra casa con velas y mantras, entre bromas, risas y lágrimas papá y yo disfrutamos que ya estábamos por conocerte.
Cuando más apoyo necesitaba llegó TejPartap para darme aliento, seguridad y también abrazos entre el dolor y lágrimas.
Cerca de conocerte me llevaste al mayor viaje interno de mi vida, me llevaste a mis sombras más profundas… decidiste que antes de llegar tenías que acomodarte y acomodar mi vida y el dolor fue el canal para llevarnos a ambas a este viaje en que ambas íbamos a nacer fuertes, seguras y en una completa paz.
Naciste en medio de una pandemia, rodeada de miedo en el mundo, de incertidumbre y tú vienes a cambiar todo eso. ¿cómo lo se? Por qué justo eres todo lo opuesto, tu llegada segura, decidida, creando a tu alrededor amor y paz, la más grande que he sentido en mi vida. Me has transformado como nadie, el cambio más grande me lo regalaste tú, ahora camino segura, tranquila y en paz conmigo misma.
Gracias a mis compañeros de viaje que jamás me soltaron la mano y han sido testigos de la transformación.. A mi Diego.. Sin ti no existiría la magia, simplemente sin ti no iniciaría mi camino a lo que ahora soy, a mis niños; Thiago me dio la confianza en que los milagros existen, sembrando mi espiritualidad y confianza; María mi guerrera que me dio la fuerza, persistencia y seguridad. Por último a TejPartap por estar en mis momentos más vulnerables, por abrazarme y sostenerme en mis tres partos, en mis tres renacimientos y en este en particular por dejarme entrar a mis sombras desde tu manos sabias y tus palabras de amor.
Erika Mejía